Salón de la Fama

Una medida de tolerancia a la frustración, otra de tendencia al comportamiento obsesivo, capacidad infrecuente de concentración y curiosidad innata… Mezcle todo y agregue inusual capacidad para la abstracción, más una generosa cantidad de imaginación y sensibilidad estética…

Nora Bär. ‘Fórmula para crear un matemático’. La Nación, 20 de junio de 2012

«Miguel de Guzmán Ozámiz»

No podría empezar una galería de favoritos de otra manera. El profesor Miguel de Guzmán ha sido y aun es, aunque hace varios años que nos ha dejado, mi referente principal en mi intento permanente de ser profesor.Gracias Don Miguel, por todo lo que nos diste y por lo que aun nos continúas dando. Es cierto, profesor,  «Los matemáticos no son gente seria»

Miguel de Guzmán, nació en Cartagena en 1936. Falleció en Madrid, 14 de abril de 2004. Estudió Filosofía en Alemania (1961), Matemáticas en Madrid (1965) y se doctoró en Chicago en el 68. Ha sido profesor en universidades de Chicago, St. Louis, Princeton (EE.UU.), Suecia y Brasil y era catedrático de Análisis Matemático de la Complutense de Madrid y Académico de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 1982. Fue presidente de la Comisión Internacional de Educación Matemática (ICMI) de 1991 a 1998. Es autor de libros técnicos (publicados en importantes editoriales internacionales) y de divulgación (traducidos al inglés, chino, finlandés, francés y portugués), articulista y conferenciante.

En las últimas horas del miércoles 14 de abril ha fallecido en Madrid el Catedrático de Análisis Matemático de la UCM y Académico de la Real Academia de Ciencias D. Miguel de Guzmán Ozámiz. Buen matemático en un momento en que no era fácil serlo; excelente didacta capaz de cautivar a los alumnos con su extensa cultura y su hablar pausado; magnífico divulgador de las matemáticas con sus juegos y sus libros, y, sobre todo, extrordinaria buena persona, fue poco a poco convirtiéndose en el rostro más conocido de la matemática española.

«Godfrey Harold Hardy»

Hardy estudió en el Winchester College y luego ingresó al Trinity College de la Universidad de Cambridge en 1896. Ocupó la cátedra Sadleirian desde 1931 hasta 1942; había dejado Cambridge en 1919 para hacerse cargo de la cátedra de geometría Savilian en Oxford.

Hardy fue el autor de «Apología de un Matemático», publicado en 1940, por muchos considerado la mejor introducción a la forma de pensar de un matemático abocado a su trabajo.

Es una experiencia melancólica para un matemático profesional encontrarse a sí mismo escribiendo sobre matemáticas

Con estas líneas comenzaba Hardy su clásico «Apología de un matemático». Afortunadamente las cosas han cambiado. Encontrándome muy distante de algunas de sus  presunciones, he de reconocer que Hardy siempre me causó fascinación. Entre otras cosas por su relación desde 1914 como mentor del matemático hindú Ramanujan, cuya brillantez espontánea, intuición a flor de neurona reconoció inmediatamente. Una vez le preguntaron sobre su mayor contribución a las matemáticas, Hardy respondió que fue el descubrimiento de Ramanujan. Como curiosidad Hardy nunca se casó y en algún momento de su vida refirió que  su relación con Ramanujan fue el único incidente romántico de su vida.

Hardy fue un hombre de su tiempo, un típico académico inglés de la primera mitad del siglo XX, no puedo mirarlo, y no lo hago, con ojos del estrenado XXI. Me emociona la valoración que de su campo de estudio hacía, afirmando que lo había escogido por su propia elegancia y lógica interna, no por sus aplicaciones. Hardy estaba orgullos de que ningún aspecto de su trabajo pudiera tener fines bélicos, postura que me agrada y que con el paso del tiempo me entristece pues nuestras matemáticas sí se empezaron a emplear con tales fines y, para tristeza de Hardy, de un discípulo suyo entre otros, Allan Turing, quien le sucedió en la Cátedra  Sadleirian.

«Ubiratan D’Ambrosio»

Ubiratan D’Ambrosio nació en la ciudad de San Pablo, Brasil, el 8 de diciembre de 1932. Se graduó como Licenciado y Profesor en Matemática en la Universidad de San Pablo, en 1954 y 1955 respectivamente. Doctor en Matemática por la Escuela de Ingeniería de San Carlos de la Universidad de San Pablo (1963) y post-doctorado (Research Associate) en el Departamento de Matemáticas de la Brown University, de Providence, Richmond, EEUU (1964/65).
 
Fue becario del Gobierno Italiano en el Istituto di Matematica dell’Università do Genova (1960/61); profesor asistente de matemática en la Mathematics State University of New York at Buffalo, EEUU (1965/66); profesor asociado en la University of Rhode Island, EEUU (1966/68); profesor asociado y director de Graduate studies en la misma universidad (1968/72)
En la Universidade Estadual de Campinas (Unicamp), Brasil, fue: profesor titular de Matemática, director del Instituto de Matemática, Estadística y Ciencias de la Computación (1972/80), Prorrector de Desarrollo Universitario (1982/90) y, acrualmente, Profesor Emérito.
 
Fue presidente y vicepresidente de diversas sociedades como, por ejemplo: vicepresidente y presidente del Comité Interamericano de Educación Matemática – CIAEM (1975/79); vicepresidente del ISGEm/International Study Group on Ethnomathematics (1988/96) y presidente de la Sociedade Brasileira de História da Matemática (1999/2003).
 
Desde 1982 há participado como profesor colaborador o profesor visitante de Carreras de Grado y de Programas de Postgrado en Educación y en Educación Matemática en diversas instituciones brasileñas y extranjeras. Ha sido miembro, también, de diversos Consejos Consultores y Técnico-Científicos y de Comités como, por ejemplo, Consultor/Profesor Visitante de la UNESCO en el Programa de Postgrado del Centre Pédagogique Supérieur, de Bamako, République du Mali (1970/80). Actualmente es Rector de la UVLA/Universidad Virtual Latinoamericana.

Después de tantos años de estar trabajando en etnomatemática, actualmente usted cómo la definiría? «La definición de etnomatemática es muy difícil, entonces yo tengo una definición de naturaleza etimológica, la palabra yo la compuse, quizás otros han utilizado etnomatemática de otra forma, entonces yo inventé esa manera de ver la etnomatemática, como tres raíces, una de ellas es etno y por etno yo comprendo los diversos ambientes social, cultural, natural, la naturaleza, todo eso. Después hay otra raíz, que es una raíz griega que llama mathema y el griego mathema quiere decir explicar, entender, enseñar, manejarse; y un tercer componente es thica que yo introduzco ligado a la raíz griega tecni que es artes, técnicas, maneras, entonces sintetizando esas tres raíces en etnomatemática. Ésta sería las artes, técnicas de explicar, de entender, lidiar con el ambiente social, cultural

y natural.»

«C. F. Gauss» Príncipe de los Matemáticos

Con el título póstumo de: “El príncipe de los matemáticos”; junto a Arquímedes y Newton, ocuparían el pódium de los grandes genios de las matemáticas.
El avance y la revolución de las matemáticas del S. XIX no se podría entender sin la figura de Gauss; Sus aportaciones se producen en todos los campos de la matemáticas, tanto en las puras (Teoría de los números, Análisis, Geometría), como en la aplicadas (Astronomía, Geodesia, Teoría de los errores,…) y en la Física (Magnetismo, Óptica, Teorí
a del potencial.) Gauss llevó las matemáticas del S. XIX a cumbres insospechadas unas décadas antes, y elevo la aritmética a la cima de las matemáticas.
En su etapa como universitario y estando en casa de uno de sus amigos se produce un descubrimiento clave, tanto para la carrera de Gauss como en la matemáticas: El Heptadecágono; el polígono regular de 17 lados, se puede construir con regla y compás.

Gauss

«Claudi Alsina»

Me recibe ante un pizarrín salpicado de ecuaciones y frente a dos polígonos estrellados de doce puntas, como los que Gaudí quiso para pináculos de las doce torres de la Sagrada Família: Alsina está diseñándolos para las torres que faltan. También veo sobre la mesa dos libros suyos: Vitaminas matemáticas, cien claves sorprendentes sobre los números, y El club de la hipotenusa,antología de anécdotas de la historia de las matemáticas (Ariel). A los que decimos ser de letras nos enseñaron mal las matemáticas, afirma Alsina, consolador… Le pido el teorema más bello, y recita: “La suma de los cuadrados de los catetos da el cuadrado de la hipotenusa”. Pitágoras se ganó así la posteridad.

«Évariste Galois»

Joven, Atormentado, Romántico, Matemático, Apasionado, Soñador, Revolucionario, Genial, Incomprendido. Galois tiene todo lo que se necesita para encontrarse rodeado de los más grandes.

Évariste Galois, joven prodigio y matemático francés, contaba tan sólo 20 años de edad cuando en la madrugada del 30 de mayo de 1832 escribía a sus amigos Napoleón Lebon y V. Delauney:

«He sido provocado por dos patriotas… Me es imposible rehusar. Os ruego vuestro perdón por no habéroslo dicho. Pero mis adversarios me han exigido palabras de honor de no informar a ningún patriota. Vuestra tarea es sencilla: demostrad que he de combatir contra mi voluntad, tras haber agotado todos los medios de reconciliación posibles; decid si soy capaz de mentir ni siquiera en lo más baladí. Por favor, recordadme, ya que el destino no me ha dado vida bastante para ser recordado por mi patria.Muero amigo vuestro,É. Galois.»

Esa misma noche, Galois escribía también a su amigo Auguste Chevalier:

«He hecho algunos descubrimientos nuevos en análisis. El primero concierne a la teoría de ecuaciones; los otros, a las funciones enteras. En teoría de ecuaciones he investigado las condiciones de solubilidad de ecuaciones por medio de radicales; con ello he tenido ocasión de profundizar en esta teoría y describir todas las transformaciones posibles en una ecuación, aun cuando no sea posible resolverla por radicales. Todo ello puede verse aquí, en tres memorias… Haz petición pública a Jacobi o a Gauss para que den su opinión, no acerca de la veracidad, sino sobre la importancia de estos teoremas. Confío en que después algunos hombres encuentren de provecho organizar todo este embrollo.»

El desesperado estado de ánimo en que se encontraba Galois al escribir estas cartas estaba plenamente justificado, como tristemente habrían de probar los acontecimientos inmediatos.

Poco después del amanecer de esa misma noche, Galois abandonó su habitación de la pensión Sieur Faultrier, en París, y se enfrentó en duelo de honor a un activista político llamado d’Herbinville, a las orillas de un estanque cercano. Allí Galois recibió un balazo en el abdomen quedando abandonado. Más tarde un transeúnte lo encontró y llevó al Hôpital Cochin, donde murió al día siguiente. Catorce años después, los manuscritos que dejó para Chevalier fueron publicados por el matemático francés Joseph Liouville, naciendo de esta forma la rama, excepcionalmente fecunda, de la matemática conocida hoy por teoría de grupos.

“Necesito todo mi valor para morir con 20 años” Évariste Galois.

«Thales de Mileto»

No, no es el Thales astrólogo/astrólogo, ni el matemático/ingeniero, no es esa la figura que quiero traer a mi ‘Salón de la Fama’, traigo al Thales crítico, al Thales que remodeló el concepto de escuela, basada en una nueva relación entre maestro y discípulo, crítico y tolerante con la crítica, muy lejos de las escuelas verticales cuya única función era preservar la verdad dogmática de los iniciados (caso de la escuela pitagórica)

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